diarios de mochiletas

En el anterior post llevaba varios dias en Medellin. "Por ahora Medellin va de 10". Y si, fue de diez, o de veinte, o genial, como se quiera decir.
Igual debo hacer un breve parentesis, de que en esta pc no tengo tildes. Ni una, asi que sale todo asi, igual se entiende, no vamos a ponernos tan tradicionales.

Continuando, no hubo demasiado sobresalto, nada tremendo en medallo, pero por alguna causa misteriosa, la tengo en mi recuerdo como una ciudad genial. O sea si, me gusto, conoci gente re buena onda, el capo de Aaron que me recibio en su casa, y con quien me entendi perfectamente (por mas que me dijiste de todo, guacho!!), David con su reee buena onda pa charlar aunqe sea solo 5 min, Ricardo, con su forma de ser desconcertante, el Ultimate frisbee, con mi mala calidad de juego... ETC!
Realmente me cuesta hoy en dia recapitular y ver para atras y contar que paso en cada lugar. Solo contar que el Caribe fue lo que esperaba, un lugar tambien de la puta madre... y con buena y mala gente como en todas partes.

Venezuela ya me recibio con su super buena onda, con chavismo y antichavismo... Con los mismos comentarios sobre Colombia que se escuchaban de modo opuesto en el pais vecino. Una suerte de Chile=Argentina con selva en el medio.

El viaje claramente se termino, este blog se termino, queda capaz un ultimo posteo de cierre, pero llegue a donde queria, o mucho mas lejos en realidad, conoci demasiaaaaada gente buena, y nada, no quiero escribir demasiadas cursilerias. Cuando me emborracho de buena onda, caigo en una cuestion simil Paulo Coelho, y siendo que a mi no me gusta, cuando me releo, me dan ganas de pegarme un poco.

En la futura nota/post vendra la ruta total del viaje, los ultimos costos, y muchas sorpresas mas! Artistas invitados, fuegos artificiales, una maratonica lectura llena de sorprendentes giros dramaticos y romance.

A los que me bancaron en este tramo final, miles de muchas gracias, a los que no, que se curtan! Me queda disfrutar mis ultimos dias aca en Venezuela, y tomar unas ricas cervezas frente al mar.
Lo lamento, me encanta dar envidia. Envidia sana, claro esta. Y si tanta envidia da, a largar todo y viajar!
Abrazo!


Ah me olvidaba de las nuevas cordobesas que aparecieron en mi camino. Viva ese mate, y viva el fernet que nunca pude tomar! Mi familia caribenia.